Al celebrar la Fiesta de la Sagrada Familia, reflexionamos sobre la importancia de la familia en nuestra vida y en la vida de la Iglesia. El Papa Francisco lo resalta en su exhortación papal La alegría del amor (Amoris laetitia).
El Papa escribe que las familias son esenciales para la vida y misión de la Iglesia Católica y observa que “la Iglesia es un bien para la familia, la familia es un bien para la Iglesia” (87). Indica que la familia es la “iglesia doméstica”, una frase que proviene del documento Lumen Gentium (11) del Concilio Vaticano II. Francisco nos dice que la Iglesia es, de hecho, “una familia de familias, donde se armonizan los aportes de las pequeñas comunidades, movimientos y asociaciones eclesiales”.
A lo largo de su exhortación, el Santo Padre reflexiona sobre qué hace que la familia sea la iglesia doméstica. Primero, “la familia es el lugar donde los padres se convierten en los primeros maestros de la fe para sus hijos” (16), donde los hijos escuchan por primera vez el relato del maravilloso amor de Dios. Ya que los padres son quienes comparten los misterios de la fe, los hijos naturalmente los incorporan. El Papa observa que en la familia es donde “se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración” (86).
En la familia, nos iniciamos en la vida de la comunidad cristiana y aprendemos a proclamar y dar testimonio del Evangelio, a cuidar de los pobres, a proteger la Creación, a estar abiertos a otras ideas y reflexiones y a tener “solidaridad moral y material hacia las otras familias, sobre todo hacia las más necesitadas” (290), a trabajar por el bien común y por la justicia “practicando las obras de misericordia corporal y espiritual” (290). El Santo Padre escribe que “Cuando la familia acoge y sale hacia los demás, especialmente hacia los pobres y abandonados, es “símbolo, testimonio y participación de la maternidad de la Iglesia” (324).
El Papa nos aconseja que reflexionemos sobre la interacción entre la familia y la Iglesia. El Dr. David Thomas, perito en el campo de la vida familiar católica y editor general de la serie Family Life de RCL Benziger, ha dedicado su vida a reflexionar sobre la interacción entre la familia y la Iglesia. Luego de la publicación de Amoris laetitia, el Dr. Thomas ha identificado diez cosas sencillas que las familias hacen para proclamar al mundo que son iglesias domésticas:
1. Hablan entre ellos regularmente y con respeto.
2. Comen juntos siempre que pueden.
3. Se interesan de manera consciente en lo que cada miembro hace y disfruta, así se demuestran cariño.
4. Cultivan los contactos con sus familias extendidas: padres, hermanos, abuelos, tíos y tías, así aprenden acerca de los relatos y tradiciones familiares.
5. Respetan y apoyan a todos los miembros de la familia a lo largo de sus vidas.
6. Se ayudan entre sí cuando es necesario pero permiten que los miembros obren de manera independiente cuando la ayuda no sea necesaria.
7. Celebran las fiestas y se reúnen para los acontecimientos familiares más importantes (nacimientos y muertes, cumpleaños y aniversarios).
8. Se unen en los momentos difíciles para ofrecerse apoyo y guía.
9. Respetan y valoran (no simplemente toleran) los dones de cada miembro sin importar lo diferentes que sean.
10. Atesoran el tiempo juntos, riéndose y llorando juntos según sea apropiado.
Al celebrar una vez más este tiempo navideño con nuestras familias, reflexionemos sobre las maneras en que ya somos una iglesia doméstica y sobre las bendiciones que Dios nos ofrece mediante nuestras familias.
Dan Mulhall ha formado parte de la familia RCL Benziger por casi 20 años.