Lo que me encanta del Papa Francisco es que es tan accesible y práctico. Su sonrisa es contagiosa, su amor genuino, y no tiene miedo de hablar sobre sus propias experiencias y relaciones. Entonces, cuando el Papa Francisco anunció el Año Jubilar de la Misericordia y el tema para la Jornada Mundial de la Juventud 2016 en Cracovia, supimos que entendía y vivía la misericordia en su propia vida.