July 29, 2016
Lo que me encanta del Papa Francisco es que es tan accesible y práctico. Su sonrisa es contagiosa, su amor genuino, y no tiene miedo de hablar sobre sus propias experiencias y relaciones. Entonces, cuando el Papa Francisco anunció el Año Jubilar de la Misericordia y el tema para la Jornada Mundial de la Juventud 2016 en Cracovia, supimos que entendía y vivía la misericordia en su propia vida.
Mientras más recemos juntos, más viviremos la misericordia. Cuando se le pregunta cómo practicar la misericordia, el Papa Francisco dice: “Mira, lee las bienaventuranzas que te van a venir bien. Y si quieres saber qué cosa práctica tienes que hacer, lee Mateo 25, que es el protocolo con el cual nos van a juzgar. Con esas dos cosas tienen el programa de acción: Las bienaventuranzas y Mateo 25”.
Ayudar a los jóvenes, niños y sus familias a vivir la misericordia se logra compartiendo nuestros propios ejemplos, y concediendo misericordia a los demás. Los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud vivirán la misericordia en los sacrificios que han hecho sus chaperones y dirigentes para acompañarlos. Ellos, en cambio, tendrán que ser misericordiosos unos con otros al sacrificar comodidad, sueño y la familiaridad de su vida allá en casa. Escucharán sobre la misericordia en las sesiones de catequesis y recibirán de forma abundante la misericordia de Dios al celebrar los sacramentos con la Iglesia joven del mundo entero. Tendrán una experiencia cumbre que solo se podrá colmar cuando regresen a su hogar para dar testimonio de la misericordia de Dios en su vida cotidiana.
En el hogar, en la parroquia, y en la escuela, necesitamos hacer lo que sugiere el Papa Francisco, y llevar a cabo las Bienaventuranzas y las Obras de la Misericordia. Al igual que el Papa Francisco es un modelo global de misericordia, nosotros debemos ser los practicantes locales y en el lugar. Dar y pedir perdón debe hacerse en voz alta en nuestras comunidades y hogares. Debe mencionarse y alabarse el rezar por los demás y hacer las obras de la misericordia. Debemos ser intencionados, valientes y desvergonzados para decir que somos personas de misericordia gracias a Jesús, que nos mostró la misericordia definitiva.
Necesitamos asegurarnos que tenemos las herramientas para ayudarnos a lograr comunidades de misericordia y la habilidad para usarlas de manera creativa. En la series Sean Mis Discípulos de RCL Benziger, cada capítulo contiene un Poder del discípulo, una virtud fruto del Espíritu que, cuando se practica, crea una vida de misericordia y de ser discípulo. Enfocarse en estas virtudes cada semana, como así también buscar y recompensar el Poder del discípulo en la práctica, puede crear un ambiente de misericordia. El programa Stories of God’s Love Kindergarten de RCL Benziger tendrá ahora una lección adicional en línea para una virtud cada semana que nuestros discípulos más pequeños y sus familias pueden practicar. Nuestra Familia Ora, un recurso para un rito y oración familiar, otorga oraciones creativas para que las familias recen juntas. Mientras más recemos juntos, más viviremos la misericordia. Además, la maravillosa serie Family Life se enfoca intencionalmente en la fe y moralidad familiar para ayudar a construir familias de misericordia y amor.
Cualquiera de estos recursos, y muchos más, se pueden previsualizar en RCLBenziger.com. Sin embargo, cuando todo esté dicho y hecho, también necesitamos tener sonrisas contagiosas y mostrar un amor genuino para que nuestros niños, jóvenes y familias verdaderamente conozcan la misericordia de Dios y la difundan aún más.
Catherine Becker es representante de ventas para RCL Benziger, y atiende a partes de la zona Medio Oeste, incluidos el sur de Illinois, Missouri, Kansas y Memphis, Jackson, Evansville, St. Cloud, Boise y Honolulu.
Cathy Becker tiene una maestría en Estudios Pastorales de Catholic Theological Union en Chicago y es ministra eclesial laica con certificación nacional. Se ha desempeñado como Dirigente de Pastoral Juvenil y Catequesis en Springfield, Illinois, Rockford, Illinois y Greensboro, Carolina del Norte, donde ha creado y dirigido ministerios para niños de primaria, adultos y adolescentes, incluso el R.I.C.A. Actualmente es directora de la Comisión de Certificación Nacional NFCYM/NACYML. Cathy ha sido adjunta y autora para el Center for Ministry Development y Benedictine University en Springfield, Illinois. Reside en Springfield con su esposo Joshua y tres hijas que están, como familia, en el corazón de su vocación y alegría.